El Gobierno nacional le pagó ayer al Fondo Monetario Internacional (FMI) una serie de vencimientos por un total de U$S 2.590 millones, con lo que canceló todas las obligaciones pendientes con el organismo correspondientes a octubre. Para la cancelación hizo uso de la prerrogativa que tienen todos los países miembros de la entidad de unificar las cancelaciones en el último día del mes. Además, el lunes, pagará otros U$S 830 millones correspondientes a intereses.
Luego de que el Ejecutivo concrete ese pago, las reservas brutas del Banco Central deberían caer a la zona de los U$S 22.000 millones, el nivel más bajo de la gestión de Alberto Fernández, pero en Economía aseguran que el impacto no será tan grande, porque se volverá a echar mano del swap con China.
Otra fuente para afrontar el pago serán los Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda del FMI. Ayer se desembolsaron 1.975 millones de DEG, que equivalen a U$S 2.590 millones, y el próximo lunes se hará lo propio con 630 millones de DEG, equivalentes a U$S 830 millones, para saldar el segundo pago. Luego de las elecciones, la entidad encadenó 7 sesiones de compras por unos U$S 630 millones.